LAZARETO TRADICION Y FE

3:06 p. m.


Por: Rene Aguilera Fierro (*)


“La suave y agradable pendiente, permite una amplia visión del valle, en esta inconmensurable belleza de la campiña, se levanta imponente la Iglesia de Lazareto”.


La palabra Lazareto, viene del italiano, y se refiere a los lugares u hospitales alejados de los poblados, es un lugar donde hacen cuarentena los sospechosos de infecciones graves o epidemias, particularmente de lepra, en algunos países el término Lazareto se hace extensivo al sitio donde reposan los variolosos.

En la literatura chapaca, se puede encontrar datos conducentes a la existencia real de un lazareto en Tarija; tal como lo describe Corrado y Comajuncosa en "El Colegio Franciscano de Tarija y sus Misiones", lo propio se encuentra en el libro "Apuntes sobre la historia de la Medicina en Tarija" de los Doctores José y Álvaro Ramallo, se hace mención a un hospital destinado a leprosos en la Comunidad de Guerra Huayco. La tradición popular se ha encargado de darle a Lazareto su aureola de leyenda; tal como lo relata William Bluske en su libro "Subdesarrollo y Felicidad". Sin embargo, su construcción data de 1858 y, posiblemente cerrado, alrededor de 1892, quedando como una simple "Finca de Guerrahuayco", puesto que para 1933 y 1934, el laborioso Alcalde Isaac Attie, indicaba que era un problema financiero, por lo que se tuvo que vender las tierras, dejando solo la capilla y su entorno. La existencia de este repositorio para menesterosos aquejados con el "mal de San Lázaro", lepra, hoy conocida como enfermedad de Hansen. Los enfermos eran alojados en un ambiente especial y amplio, adyacente se levantaba una pequeña capilla, estas edificaciones eran de adobes, cuyos vestiglos aún se pueden apreciar en la zona, como mudos testimonios del pasado. El Lazareto era atendido por Padres Franciscanos.
Para el año 2006, el paisaje de la zona es incomparable, el verdor de la vegetación, compuesta de molles, churquis, ceibas, tarcos y pastizales, renovada de trecho en trecho por cultivos de la época, diamantina expresión que contrasta con el azul de los cerros circunvecinos.
Anualmente, luego del encierro de la Fiesta Grande de San Roque, se festeja los dos subsiguientes domingos al Santo Patrono, veneración exclusiva que hace la región. El periódico el "Trabajo" de 1885, hace alusión a "San Lázaro", como Santo Patrono de Lazareto. Como fuera, en la actualidad año 2006, se celebran misas, se levantan carpas de comidas y bebidas, así como puestos de ventas de mercanchifles, juegos de azar y de diversión para los niños. El camino a Lazareto es expedito durante todo el año, su mantenimiento es permanente, dista 20 kms. de la ciudad de Tarija,
clima templado a cálido, durante el día la temperatura ambiental es agradable; con motivo de esta festividad, el transporte y tránsito vehicular es constante, el costo del pasaje es ínfimo.
La costumbre de la veneración al Santo Patrono San Roque, es relativamente nueva, posiblemente instaurada a finales de 1935, época en la que los comunarios de la zona se desplazaban a pie o a lomo de animal. El auge de asistencia se registra a partir del año 1953. En la explanada existía aún la pequeña capilla de adobes, la que con el tiempo fue sustituida por una iglesia de mayor capacidad de fieles, construida de ladrillos y de una sola planta, terminada el año 1980. Por detrás de la iglesia existe un precario camino que conduce al Río de Guerrahuayco, río con escasa agua, pasando, se llega a un antiguo cementerio, cercado por un muro de piedras, la puerta principal accede al extenso campo santo, pero al fondo del Cementerio, camino del cerro, existen unas ruinas de adobes, viejas construcciones de diferentes dimensiones, sin techos, puertas ni ventanas, las voluminosas paredes de uno de los ambientes hace las veces de recinto donde se prenden velas. Los fieles y devotos de San Roque, llegan hasta estas ruinas con el objeto de depositar flores, encender velas y elevar plegarias por sus seres queridos.
Durante la festividad, las diferentes comunidades del valle central y de la propia ciudad de Tarija, en estas dos fechas, virtualmente se vuelcan masivamente a la comunidad de Lazareto, siendo la de mayor afluencia la segunda de la octava o del encierro. En esta ocasión, los fieles asisten a las misas de la mañana y acompañan al santo Patrono San Roque en Procesión, este recorrido es espectacular por el colorido y marco religioso; se entrelaza en el verdor de la campiña, la fe con la danza de los chunchos.
Los chunchos, grupo desprendido de la pasada Fiesta Grande de San Roque, atraídos por la fe y profunda devoción al Santo, asisten entre treinta y cincuenta parejas con el objeto de realzar con su presencia la procesión. La entrega a la danza es impresionante, cada chuncho pone toda su entereza y abnegación en cada cuadro, dándole un matiz de secular Inspiración a la coreografía tradicional.
La actual Iglesia, fue concluida el año 1985, se levanta en una explanada a orillas del Río de Guerrahuayco, casi al pie del Cerro del mismo nombre, construida de ladrillo gambote visto, con una sola nave central, que con el tiempo seguro que resultará pequeña para recibir a los peregrinos, tiene la forma de una "L", cuenta con dos recintos adyacentes, uno para albergue del sacerdote y el otro para el encendido de las velas. El frontis termina en galería rematada con cinco arcos frontales y dos laterales en el sector izquierdo. La nave tiene una amplia puerta frontal de ingreso y dos laterales en el ala izquierda; la iglesia se destaca por su sencillez arquitectónica, la pared frontal se prolonga hacia arriba, adoptando el perfil de una torre, a los lados, se delinea en gradas geométricas. El Centro es un arco en el que pende una campana de bronce, y por encima del arco se Implanta una cruz de fierro, la que es Iluminada en horas de la noche por una pantalla, estéticamente instalada en el brazo superior de la cruz.
En el interior de la nave se encuentran dos imágenes de San roque, una pequeña al fondo, enclavada en el óvalo de la pared, y la más grande se ubica muy cerca de la puerta de Ingreso, esta Imagen es similar a la que se venera en la ciudad de Tarija, existe una tercer imagen que corresponde a San Pedro, ubicada en el fondo, a la derecha del Altar.
Con el objeto de realzar la festividad, se ha adoptado por la conformación de un Comité Organizador, el mismo que prevé la disponibilidad de servicios, atenciones y ubicaciones; por ello, se tiene un amplio campo para el parqueo de vehículos, un sector para las carpas y venta de comidas y otro para la venta de bagatelas, formándose dos calles que al unirse confluyen en la entrada a la iglesia. Entre los platos típicos, se tiene picante de gallina criolla, chancao, saice, ranga ranga, asao de chancho, sopas de gallina y de carne, empanadas blanqueadas, chirriadas, pasteles de queso y de queso con cebolla, pan, alojas de maní, cebada y de quinua, chicha de maíz, jugo de caña, refrescos de pelón y una serie de comidas a gusto de cada paladar, aunque se encuentra prohibido el consumo de bebidas alcohólicas, siempre se producen deslices por diversas razones. Antes y después de las comidas, es casi obligatorio un paseo por los puestos de ventas, juegos populares y de azar; los que más participan de las compras y juegos son los lugareños.

En el transcurso del día, la visita a Lazareto se hace más agradable participando de las reuniones populares que se ofrecen en las casas vecinas, allí se puede apreciar y jugar a la taba, mientras el oído se deleita con las tonadas y canciones de la región; mientras tanto, el mate de chicha circula en redondilla, con el tradicional "Le invito". Esta es una costumbre ancestral.
Una forma de Integrarse al paisaje, es darse un paseo por los alrededores, particularmente por el área histórica, pasando el Río de Guerrahuayco, se atraviesa un antiguo cementerio, allí se puede encontrar con tumbas que datan de fines del siglo XIX, al llegar al pie del Cerro, se encuentran las ruinas del Leprosario y de la antigua Capilla. Finalmente, al ascender, se encuentra un sendero que alterna de trecho en trecho con una vieja acequia de agua que baja de la montaña. La suave y agradable pendiente, permite una amplia visión del valle, en esta inconmensurable belleza de la campiña, se levanta imponente la iglesia de Lazareto; adornada de árboles, encanto comparable al trinar de las aves, que en la expansión espiritual, semeja un coro de ángeles.


Tarija, junio 10 de 2007


(*) René Aguilera Fierro, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Tarija, autor de quince obras literarias, promotor y conductor radial de Programas culturales, catedrático universitario, Ingeniero Forestal, Consultor Ambiental y Periodista profesional

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1 comentarios

  1. Gracias por la escrita Profesor, nuestra memoria en Lazareto añorado!

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